Se encuentra situada en un extremo de la Plaza de Santiago, dentro de la zona monumental. Su arquitectura es la clásica de las viviendas cacereñas, todos los techos abovedados y grandes muros que la protegen de los rigores del clima.
El origen de esta vivienda puede remontarse al siglo XVI, sucesivas reconstrucciones y remodelaciones han hecho posible recuperar su forma primitiva quedando patente en sus bóvedas y la cantería que da acceso al dormitorio principal y que fue rescatada en su última rehabilitación (2005).
La estructura de la casa ha hecho que la artista que la ha decorado se haya sentido obligada a reproducir, con su peculiar estilo, el ambiente de la ciudad de finales de siglo.